La obra pública está compuesta por trabajos de construcción, ya sea en infraestructuras destinadas al transporte (carreteras, puertos, vías de tren), hidráulicas (represas, depuradoras) o urbanas, incluyendo la construcción de edificios.
En todos estos trabajos es necesario retirar y/o aportar materiales que deben ser trasladados por
vehículos basculantes que efectúan su carga o descarga en carreteras, en obras, en plantas de áridos, etc.
La tendencia del mercado es demandar vehículos basculantes más seguros, resistentes y ligeros para poder transportar más cantidad de material por cada viaje que realizan, rentabilizando así los mismos.
Taras más bajas, más resistentes y más seguros
Cada vez
se investiga e innova más, se aplica más tecnología en la construcción de estos vehículos y
se usan materiales cada vez de mayor limite elástico para que, con menores espesores, se puedan conseguir
taras más bajas y
vehículos más resistentes sin repercutir en la durabilidad del vehículo.
La seguridad para el transportista es otro de los puntos en los que los últimos años se ha hecho un mayor esfuerzo por parte de los fabricantes de semirremolques de obra. En esta línea, y entendiendo que estos vehículos, por su trabajo tradicionalmente han tenido un índice de siniestralidad superior al de otras familias de producto ya que desarrollan su trabajo en todo tipo de superficies, los fabricantes han apostado fuerte por su equipamiento de seguridad. En el caso de Lecitrailer, incluyendo de serie elementos a día de hoy imprescindibles como son:
- Inclinómetro: aviso de basculación en terreno desigual con peligro de vuelco.
- Indicador de sobrecarga: aviso cuando el vehículo está en su límite de carga según normativa.
- Desinflado de suspensión al bascular para tener un centro de gravedad más bajo.
- Pilotos LED para obtener mayor visibilidad.
Del mismo modo, se ha prestado especial atención a la hora de diseñar los nuevos modelos de vehículos a la
estabilidad. En las
nuevas bañeras de obra de Lecitrailer s
e ha bajado el centro de gravedad de la bañera, encastrando la caja de acero en la estructura del chasis y se ha fijado una mayor distancia entre largueros dando por resultado
vehículos mucho más estables y, sobre todo, más seguro, tanto en circulación como en la operación de descarga por basculación.
El segmento de vehículos para obra ha llevado una tendencia creciente desde la debacle de 2008, tendencia que se ha visto frenada por la crisis sanitaria. Ante esta situación, la obra pública y las inversiones en infraestructuras podrían actuar como palanca para activar la economía.
Ramón Guell
Responsable basculantes de Lecitrailer